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Caudron G –III y G-IV Inicios de la Aviación Militar en Colombia

#TBT Caudron G-III y G-IV Inicios de la Aviación Militar en Colombia

Artículo destacado en la Edición 251 de la Revista Aeronáutica, publicación oficial de la Fuerza Aérea Colombiana.

Artículo destacado en la Edición 251 de la Revista Aeronáutica, publicación oficial de la Fuerza Aérea Colombiana.

Los Cuadron G-III fueron los primeros aviones de entrenamiento de la Fuerza Aérea Colombiana al igual que los Caudron G-IV de bombardeo. En 1920, se adquirieron los G-III con matrículas de fábrica 4937, 4938 y 4939, al llegar al país se les asignó la letra A que se refería a aviación y los números 1, 2 y 3. A los G-IV se les distinguió con matrículas A4, A5 y A6. En febrero de 1921, estas aeronaves llegaron a la población de Flandes, Tolima, cuna de la primera Escuela de Aviación Militar, con ellos se conformó el Grupo Aéreo No. 1 con las Escuadrillas Antioquia y Valle, el Grupo Aéreo No. 2, integrado por las Escuadrillas Cauca y Huila, que correspondían a dos de las tres principales zonas militares que tenía bajo su responsabilidad el Ejército Nacional.

Estos aviones, diseñados y construidos por René y Gastón Caudron, hermanos de origen francés, era biplanos biplaza, fabricados en madera terciada recubierta en tela de algodón y fuselaje construidos a partir de cuadro largueros de madera, dos de los cuales se desprendían del ala superior y los otros dos del tren de aterrizaje. Estos aparatos eran impulsados por un motor rotativos Le Rhone de nueve cilindros que rotaban al unísono con la hélice bipala de madera y proporcionaban una velocidad máxima de 120 km/h.

Contaban con tren de aterrizaje fijo con ruedas dobles, instaladas sobre un esquí que recorría todo el fuselaje hasta el timón de profundidad, el cual era bideriva, Los Caudron carecían de patín de cola y frenos, por lo cual al despegar y aterrizar debían llevar la cola levantada hasta la cabecera de la pista. La cabina, compuesta de una pequeña barquilla tenía instalados dos asientos para doble comando, llevaba un reducido instrumental compuesto por un flujómetro de aceite, un medidor de combustibles, un barómetro con brújula, un medidor de velocidad y un termómetro de aire. En la parte delantera se ubicaba el instructor y en la sección posterior el Alumno.

El primer vuelo de prueba de estas aeronaves fue realizado el 21 de marzo de 1921, por el Coronel Rene Guichard, Director de la Escuela de Aviación Militar y Jefe de la Misión Aérea Francesa. El 21 de junio de ese año, el Mayor Félix Castillo Mariño, Subdirector de la Escuela y Alumno de Pilotaje efectuó el primer vuelo solo, luego de realizar seis vuelos de doble comando con su instructor el Coronel Guichard. Ese día, el Mayor Castillo subió a la cabina de un Caudron G-lll y dio marcha al motor, supuestamente para realizar entrenamiento de carreteo en pista, una vez en carrera de despegue sacó el avión a vuelo sin estar autorizado, ejecutó varios virajes y aterrizó con éxito pocos minutos después en la pista de la Escuela. Demostró que, contrario a lo que argumentaban políticos y periodistas de la época, los colombianos si tenían la capacidad de volar son instructor. La noticia se difundió en el país y por algún tiempo evitó el cierre de la Escuela que afrontaba serios problemas presupuestales. Estas memorables aeronaves permanecieron un año en servicio, tiempo en el que realizaron más de 1.000 vuelos de instrucción.

Los G-IV se diferenciaban de la versión G-III, por ser aviones bimotores, tipo rotativo Le Rhone, que llevaban en la parte inferior de la nariz una ventanilla con un sistema de mira bastante rustico para realizar tareas de observación, además de un ajuste que permitía instalar una o dos ametralladoras. De la versión de bombardeo, al A-5 fue el primer avión militar que se destacó en el país con pérdida total, hecho que ocurrió el 3 de junio de 1921, en la población de La Enea, cerca a Manizales, al aterrizar. La tripulación estaba compuesta por el Coronel René Guichard y el Cadete Alumno Humberto Hoyos Robledo, quien sufrió heridas en el rostro. El G-IV de matrícula A-6 se accidentó el 18 de junio de 1922, después de participar por primera vez con dos monomotores G-lll en el Desfile Militar del 20 de Julio. Cuando sobrevolaba la población de Tocaima, el avión presentó problemas en los motores por lo que regresó a Flandes, al intentar aterrizar una de sus ruedas impactó contra un hormiguero y se estrelló con pérdida total de la aeronave. Los tripulantes, Coronel René Guichard y Teniente Delfín Torres Durán, salieron ilesos.

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Autor
Revista Aeronáutica - Yesid Heberto Peña Ortiz
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